Periodo Formativo o Preclásico
Se denomina así la época en la que, en América, se generaliza la vida sedentaria concentrada en aldeas y poblados y se consolida la agricultura como medio de subsistencia efectivo. Es precisamente en Mesoamérica en donde mejor se conoce y se define este periodo, que se encuadra cronológicamente entre el año 2500 a.C. y los primeros siglos de la Era Cristiana, y que guarda estrechas semejanzas con el Neolítico del Viejo Mundo. El periodo Formativo, también llamado "Preclásico" por algunos estudiosos, se caracteriza por los continuos avances en las técnicas agrícolas, la experimentación con nuevos cultivos, el incremento de las cosechas, etc. Es en este periodo cuando se empieza a definir una población de economía agrícola y lengua maya en la zona del sur de México, península de Yucatán y Guatemala. Con el tiempo, las poblaciones aquí asentadas fueron desarrollando una cultura muy evolucionada que anunciaba el nacimiento de la gran civilización maya del llamado periodo Clásico (300-900 d.C.).
El preclásico tardío (350 a. C.- 150 d. C.) con imágenes de perfiles.
También se caracterizó por una notable homogeneidad en la cerámica, la cual se producía en todas las tierras bajas, con acabados y formas que se extendieron incluso a las vasijas de uso doméstico, esto refleja estandarización económica y política que parece haber prevalecido en esta época.

Editor, Vela Enrique (2004), arqueología México, editorial raíces, S.A de C.V, pp. 19-35.
Omar Colín Pérez
Omar Colín Pérez
En este periodo maya la arquitectura se transforma en monumental, edificios de hasta 70 metros, tan o más altos que el palacio nacional de Guatemala la escultura llega a su perfección, la cerámica de muchos colores llega a su máximo esplendor. La cronología ha llegado a tal grado de perfeccionamiento que el calendario maya llega a la máxima perfección que un calendario pueda brindar.
El sistema de gobierno es teocrático (gobierno en que el poder supremo está sometido al sacerdocio). La cultura maya se extiende durante este periodo por varias ciudades: Uaxactún y Tikal (en el norte del Peten). Copan en territorio hondureño; Palenque en Chiapas y a las orillas del Usumacinta, Piedras Negras, siempre en territorio guatemalteco
Escritura maya en el período preclásico
Poco se sabe de la civilización Maya, más allá que lo que nos pueden decir las magnificas ruinas de sus grandes ciudades y monumentales templos en la península de Yucatán, en lo que hoy es el sur de México y norte de Guatemala. Se estima que ella duró varios siglos, entre los años 250 antes de Cristo y 850 después de él, en el período que se ha llamado "clásico". No se sabe por qué desapareció toda esa grandeza, aunque se presume que ello coincidió con un largo período de sequía, que además coincidió con una sobrepoblación, todo lo que probablemente hizo vulnerable a esta civilización.
(Cómo terminó la civilización Maya)
Ahora en el interior de las ruinas de San Bartolo, una remota región del norte de Guatemala, se han hecho grandes descubrimientos que arrojan algo más de luz (Science, vol. 311, pág. 1281, 2006). Se trata de unos murales que según estudios de radio carbono, datarían del periodo pre-clásico, entre los años 300 antes de Cristo y 100 después de Cristo.
Para muchos expertos, el período pre-clásico fue precisamente cuando se construyeron grandes monumentos, con bajorrelieves en los estucos y pinturas en sus paredes. Es entonces, que en el interior de uno de ellos, las llamadas ruinas de San Bartolo, que se habían descubierto en el año 2001, donde ahora se hicieron los hallazgos. Excavaciones recientes en el lugar conocido como `las pinturas", se encontró una pieza central con sus paredes ricamente decorada con pinturas policromadas, con la figura del Dios del Maíz en el umbral de la puerta. Entre ellas se identificaron 10 hieróglifos ordenados en una secuencia, como escritura. Según una analogía de los descubridores, la habitación correspondería a una pequeña capilla Umbriana del Renacimiento, con pinturas de sus muros probablemente dedicados a la instrucción de los misterios religiosos de los jóvenes y otros iniciados. Sería la Capilla Sixtina Maya.
Entre ellas se puede ver una figura de pié, que ofrece una corona y adornos para la cabeza, a un `Señor" sentado en un artefacto de madera. En el centro se ve una secuencia de glifos que no han sido descifrados, y que seguramente se refieren al acto.
En el descubrimiento, no menos importante es que la escritura Maya parece haberse comenzado desarrollar varios siglos antes de lo que hasta ahora se suponía, y seguramente debe haber sido la primera en todo Mesoamérica.
Desarrollo de escritura maya
Se localizaron glifos, que datan del 300 a. C, en murales del sitio de San Bartolo, Guatemala.
Recientes descubrimientos en la Zona Arqueológica de San Bartolo, en el área del Petén guatemalteco —fechados para el 300 a. C.—, han confirmado el temprano desarrollo de la escritura maya, sistema del cual se ha logrado un avance de 70 por ciento en su desciframiento, pero sólo en lo que respecta a los textos jeroglíficos del periodo Clásico (300-900 d. C.).
El doctor David Stuart, director del Centro Mesoamericano de la Universidad de Texas, en Austin, Estados Unidos, explicó que hasta hace unos años se suponía que en las tierras altas de la costa del Pacífico, se encontraban las inscripciones mayas más remotas, y que en las tierras bajas de esa cultura se presentaron tardíamente.
“Es muy interesante porque se obtienen ideas muy diversas de cómo se presenta la escritura, los glifos del Preclásico son muy pequeños comparados con los del Clásico. En lo que respecta a la investigación, apenas comenzamos a distinguir el número de estilos cronológicos”.
En algunos de los muros –específicamente los del lado norte y occidental-- de la Pirámide de las Pinturas, en San Bartolo, se han localizado vestigios pintados de escritura. “Considero que ya tenemos entre 20 y 25 textos ubicados en ese edificio y otros, y lo interesante es que se puede distinguir la impronta de por lo menos tres artistas, conforme la paleografía.”
Stuart, colaborador del Proyecto Arqueológico San Bartolo y quien participa en la VI Mesa Redonda de Palenque, —encuentro que tiene lugar esta semana en ese sitio arqueológico de Chiapas—, detalló que se incluyen fragmentos que de alguna manera “nombran” a las figuras representadas en los murales, por ejemplo, a las deidades del jade y a las aves femeninas.
“Los descubrimientos en San Bartolo han cambiado nuestro entendimiento acerca del desarrollo de la escritura no sólo en el área maya, sino en Mesoamérica, porque tenemos fechamientos que nos llevan al 300 a. C., sin embargo, considerando que este tipo de sistema conlleva una evolución, es necesario pensar que el inicio del mismo se dio incluso siglos antes.”
“En San Bartolo, la datación de los glifos van del 100 a. C. a otros más tempranos que son del 300 a. C., pero también existen ejemplos remotos de escritura en otros sitios de Guatemala, del Altiplano o de la costa sur.”
“No obstante, existe un intervalo de 400 años en el que no tenemos muy bien definido el desarrollo de la escritura maya, relativo a la transición de la época preclásica a la clásica, de ahí que falta camino por andar en la interpretación integral de las inscripciones”, anotó el arqueólogo estadounidense.
En el marco del foro académico organizado por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), bajo el tema: Arqueología, imagen y texto; el arqueólogo explicó que sobre la escritura maya se sabe que posee una estructura fonética -cada elemento refiere una palabra o un sonido-, además de que “era una especie de lengua franca para la gente del poder”.
“En los estudios sobre la cultura maya, ya podemos integrar textos históricos con la arqueología, vemos nombres de reyes, contamos con dinastías. La escritura se encuentra descifrada en un amplio porcentaje, ahora debe procederse al análisis de los resultados, a la interpretación de los textos. Estamos en un tiempo increíble en los estudios sobre los mayas”, concluyó Stuart.
Fuente Web
Protoclásico
El final del periodo Formativo o Protoclásico coincide con la decadencia de una de las regiones mesoamericanas más elaboradas culturalmente: la del altiplano salvadoreño. Se desconocen exactamente las causas de tal decadencia, aunque lo más probable es que fuera debida a algún tipo de catástrofe ecológica como la erupción del volcán Ilopango. El caso es que se inició entonces un éxodo de población hacia las tierras bajas que estableció relación con zonas de Belice, el Petén y Verapaz. La simbiosis entre los recién llegados y las comunidades ya establecidas en el Petén Central dio lugar a un momento de auge cultural conocido como "Protoclásico", que se extendió aproximadamente entre los años 100 y 300 d.C. Debe señalarse que esta etapa de desarrollo no tuvo lugar de manera uniforme, sino selectiva, y que afectó tan sólo a los asentamientos de ciertas zonas. En éstos se produjeron profundos cambios en arquitectura, cerámica y escritura, y la población aumentó considerablemente.
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